ADAPTACIÓN "TODO TIPO DE PIELES"
Había una vez en una montaña muy
muy lejana una estación de esquí en la reinaban a lo que todo el mundo
consideraba los mejores y más hermosos reyes del lugar. El rey era alto y
atlético, la reina por su partes tenia una preciosa melena que bailaba con el
viento cuando bajaba por las pistas. Ambos era campeones del mundo de esquí.
Estaban como locos por tener un
descendiente que se encarga del control de la estación y que por supuesto fuese
increíblemente bueno esquiando y llegase a convertirse, como sus padres, en
campeón del mundo.
No mucho tardaron en conseguir
engrandar ese retoño que pudiese continuar con la lista de títulos que ambos
tenían en sus espaldas, pero en el parto hubo complicaciones. Al tratarse de
una estación extremadamente alta no pudieron atender con rapidez los problemas
que tuvo la reina en el parto y murió en él. En ese momento al rey le llegaron
dos decepciones, una fue la pérdida de su amada mujer y la otra… Él esperaba un
niño, pero el destino quiso que su bebe fuera una niña. Como todo padre quería
un pequeño esquiador y el problema fue que a medida que su hija se hacía más
mayor más le recordaba a su difunta esposa y le sobrecogía el corazón haciendo
imposible olvidar su amor eterno.
A la niña le encantaba esquiar, y
como no, la genética hizo de ella una esquiadora con unas habilidades
extraordinarias. Su padre entrenaba con ella a diario intentando convertirla en
campeona, pero la ambición competitiva no iba con ella, lo que más les gustaba
era esquiar con su padre y con sus amigos, no medirse a ver quién bajaba mejor
o más rápido.
Cuando cumplió diecisiete años,
su padre decidió compartir con ella el legado que su madre dejó al morir, sus
presente más valiosos. Fue a su habitación y le entregó tres objetos que
pertenecieron a su madre, en primer lugar le entregó la medalla de oro de la
primera vez que se convirtió en campeona del mundo, seguidamente le dio un
clavel con el que su padre la enamoró y por último le regaló una bola de nieve que
guardaba su madre en su mesilla, pero no era una bola de nieve cualquiera,
estaba hecha de la mejor nieve que había en la montaña de sus padres, una nieve
que por mucho calor que hiciese nunca se derretía. Además de esto le contó por
lo que realmente su madre y él querían tener un descendiente, para convertirlo
en campeón del mundo. Este comentario no le sentó nada bien a la joven ya que
su naturaleza iba en contra de toda competición.
Poco tiempo después el padre de
la niña le anunció que pronto empezarían los campeonatos de su estación, los
más importantes y prestigiosos del lugar. La pobre se abrumó muchísimo porque
sabía que su destino era competir en esos campeonatos y sobretodo ganarlos. Su
ingenio ideó un plan para entretener a su padre y desviar la presión que este
ejercía sobre ella. Pensó en pedirle a su padre el mejor material para la
competición. Primero le suplicó que consiguiese los mejores esquís que hasta
entonces se hubiesen fabricado, los más rápidos y ligeros que jamás nadie
pudiese imaginar. Tras largas semanas de estudio con los ingenieros de la
estación, el padre consiguió fabricar unos esquís tan rápidos como la luz. La
muchacha se sorprendió de la rapidez y volvió a embaucar a su padre para que
este le fabricase una botas de esquí tan cómodas como unas zapatillas de andar
por casa. De nuevo el padre tras invertir largas semanas y mucho dinero
descubrió la manera de fabricar unas zapatillas tan ligeras y flexibles que
nadie notaría que las tiene puestas. Ya apenas quedaban semanas para el
comienzo de las competiciones por lo que a la niña se le ocurrió pedir a su
padre un nuevo presente, se imagino unas gafas tan buenas que ningún rayo de
sol podría distraerla en plena competición haciéndola fallar. Una vez más, la
tecnología se puso del lado de su padre y este ideo un sistema con el que el
cristal de las gafas jamás reflejaba la luz solar permitiendo a la niña esquiar
bajo el sol más potente del año. Poco a poco la pobre niña veía como era inevitable su
participación en los campeonatos, pero al instante le surgió una idea mucho
mejor que las anteriores, una idea imposible de cumplir y con la que su padre
pasaría tanto tiempo investigando que seguro que se le olvidaría el dichoso
campeonato. Como último regalo de cara a la carrera, pidió a su padre que le
confeccionara un traje con las nieves que jamás se derretían de manera que
fuese tan parecida a la nieve que sus competidores no la viesen pasar. Su
padre, extrañado por la gran motivación que presentaba su hija por ganar los
campeonatos se empleó en cuerpo y alma por conseguir integrar en un traje la
nieve que solo en su montaña se encontraba. Como no, tras larguísimas semanas
junto a costureras profesionales, consiguió integrar en el traje de su hija la
nieve que jamás se derretía. Al ver que el plan no salió como ella esperaba, la
muchacha recogió los presentes que le dejó su madre al morir, los tres inventos
que le regaló su padre, se enfundó en el traje de nieve que jamás se derrite y
decidió marcharse de la montaña donde se crió antes de que comenzasen los
campeonatos. Decidió atravesar las montañas en busca de refugió donde su padre
no pudiese encontrarla. Largos meses pasó durmiendo en la montaña y ya que
tenía puesto el traje con la nieve que nunca se derrite nadie podía imaginar que
esa nieve, realmente escondía el cuerpo de la joven. Fue una mañana cuando unos
operarios de una estación de esquí descubrieron unas esquís en la nieve sin
dueño, pero cuando fueron a cogerlos la muchacha rápidamente descubrió su
identidad y ante el asombro de los operarios, invento una excusa haciéndose
pasar por esquiadora extraviada en busca de trabajo. Entre los operarios se
encontraba el hijo de la reina de la estación que no permitió bajo ningún
concepto que una persona con ganas de trabajar no encontrase trabajo por lo que
al llegar a la estación decidió darle un puesto en atención al cliente, donde
se encargaba de los problemas que pudiesen surgir en la estación.
Durante mucho tiempo la muchacha
trabajó en la estación llegando a ser gran amiga de su jefe, el encargado del
mantenimiento de la nieve en las pistas. Este, un día lleno de emoción anunció
a la joven que la reina de la estación había anunciado el casamiento de su
hijo, pero que este no encontraba una chica que le gustase y que para ello su
madre había organizado unos campeonatos y reunir a las mejores esquiadoras, en
busca de alguna chica que le gustase a su hijo. La joven llena de emoción ya
que se había enamorado del hijo de la reina le comento a su jefe si la dejaría
ir a esquiar durante los campeonatos, el superior, extrañado de que supiese
esquiar ya que nunca la había visto le dio el visto bueno a su propuesta.
Y así fue como el primer día de
los campeonatos la niña se puso sus botas y subió a la pistas donde se estaba
celebrando, esquió durante todo el día e incluso estuvo bastante tiempo con el príncipe
que se quedo muy sorprendido de la extrema soltura que presentaba aquella
muchacha al andar, ya que no parecía que llevase botas de esquí, que
frecuentemente son incomodísimas, pero ella andaba como si de un hada se
tratase. Cuando terminó el día y anunciaron quien fue el ganador de aquel
primer día, por supuesto dijeron el nombre del príncipe, le entregaron la
medalla de oro pero al ver el reverso de la misma comprobó que se habían equivocado
en la categoría ya que debía poner masculino y en la medalla estaba grabado
femenino, lo que él no sabía es que poco antes la muchacha cambio la medalla
que estaba prevista darse al primer clasificado por la que su madre le dejo al
morir. Enfurecido el príncipe bajó al centro de atención al cliente y expuso la
reclamación, la muchacha contenta al verle pero hablando en tono serio le dijo
al campeón que por supuesto lamentaba el error y que encargaría la nueva
medalla. El príncipe finalmente se quedó con la medalla, decidió quedársela ya
que tenía mejores cosas en las que pensar como por ejemplo el campeonato, ya
que al día siguiente habría una nueva prueba y debía estar concentrado.
Al día siguiente la joven
esquiadora decidió esquiar con los esquís más rápidos que la luz, la verdad es
que eran tan rápido que el príncipe apenas podía seguirla durante la mañana que
estuvieron esquiando juntos. Al finalizar el día de nuevo el joven príncipe
subió a lo más alto del podium, como era tradición en esta estación una vez
entregadas las medallas a los ganadores, el público preparaba bolas de nieve
para tirárselas, fue entonces cuando la niña aprovechó que el príncipe estaba
comprobando el reverso de su medalla en busca de fallos le tiró la bola de
nieve que nunca se derrite y bajo como la luz a su puesto de trabajo. El
príncipe extrañado de ver como una bola de nieve que había golpeado en su pecho
no se rompía y al cogerla no se derretía bajo inmediatamente a buscar
explicaciones con el encargado de la nieve. Este argumentó que no sabe como
puede haberse formado esa bola de nieve y que de antemano pedía perdón por no
haber hecho correctamente su trabajo. El príncipe al ver a la muchacha sentada
en la mesa de al lado recordó que como ayer, tenía mejores cosas en las que
pensar, como por ejemplo en la última prueba del campeonato que era al día
siguiente.
El último día del campeonato se
recuerda como uno de los más soleados de la historia de esa estación, la
muchacha fue a esquiar con las gafas que su padre había creado. De nuevo estuvo
esquiando gran parte de la mañana con el príncipe, este de nuevo quedo
sorprendido de la gran habilidad de la muchacha, era la única persona a la que
no le molestaba el sol. Al acabar el día la joven esquió de tal manera que el
jurado la votó como ganadora de la prueba. Esta sorprendida de su habilidades
esquió rápidamente a su puesto de trabajo, dejando el primer lugar del podium
vacío. Antes de bajar su puesto de trabajo introdujo el clavel que le regaló su
madre en el ramo que nombraba al príncipe con el ganador de los campeonatos.
Eran demasiadas cosas las que no le cuadraban al príncipe, pero un clavel le
dio la pista que necesitaba, en su reino ni alrededor su cultivaban claveles.
Bajo rápidamente a la oficina de atención al cliente y al entrar descubrió la
pista que terminó de enamorar su corazón. La pobre muchacha bajo con mucha
prisa del campeonato y olvidó quitarse las gafas de la cabeza, fue entonces
cuando el príncipe le entregó el clavel y le preguntó si quería ser la esquiadora
que compartiese el resto de bajas de su vida junto a él, ella sin creer lo que
estaba ocurriendo no puedo rechazar la oferta, ya que la oferta fue con la
misma flor con la que enamoraron a su madre.
Y lleno de nieve, este cuento se
ha acabado.
Esta adaptación es para alumnos de 6º de primaria
Esta adaptación es para alumnos de 6º de primaria
jajajaja muy chula si. Que cosas pasan últimamente en las pistas de nieve...
ResponderEliminarPerfecta la adaptación aunque faltan la argumentación de los cambios.
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